Por eso, me puse a pensar en todas las cosas que pasamos las mamás lactantes y llegué a la conclusión de que somos valientes, sí valientes, por aguantar tantas cosas juntas.
La lactancia materna es sólo para valientes
Esas que soñamos, algún día poder dormir de largo;
esas que duermen con una teta al aire por las noches y amanecen con el cuello doblado y la espalda molida en dos;
esas que damos teta mañana, tarde y noche así estemos cansadas;
esas que llegan de trabajar y lo primero que le pide su peque es "teta";
esas que comen con una mano y con la otra están dando teta;
esas que en algún momento de su lactancia pensaron en destetar porque sentían que no daban más; esas que no toman, beben y se cuidan para no pasarlo mediante la lactancia;
esas que le dijeron a sus pequeños "ya no hay teta" pero al ver su carita de tristeza, terminaron sacándose una teta,
esas que se aguantan de salir algunas noches o si lo hacen cuidan mucho los horarios;
esas que se tienen que encerrar con sus bebés a dar teta justo cuando dan su programa favorito;
esas que se tienen que dormir cuando su bebé quiere dormir con teta;
esas que se echaron en la cama para dormir con la teta a su pequeño, pero que terminaron durmiéndose los dos;
esas que usan la teta para adormecer a su pequeño cuando esta enojado o triste;
esas que tienen que comerse las críticas de amigos, familiares o curiosos;
esas que tienen que aguantar miradas desagradables en la calle porque supuestamente están haciendo "algo mal";
esas a las que sus hijos les bajan la blusa a la fuerza para tomar su teta;
esas que se sienten enamoradas cuando su bebé la mira a los ojos y les hace algún cariño con su pelo o tocan su rostro;
esas que nos sentimos orgullosas y felices cuando vemos a otra madre amamantar y pasar por lo que ya pasamos;
esas que defienden su lactancia hasta la muerte con todos los argumentos de la OMS y UNICEF;
esas que aprovechan su lactancia para calmar cualquier berrinche;
esas que aguantan patadas, jalones de pelo, metidas de dedo en la nariz mientras amamantas,
Esa eres tú mi querida mamá que das lactancia prolongada, esa eres tú, una valiente.
| 
					 | 
				
| 
					 |